Por Oscar San Martín.
Capítulo 3. Medio ambiente y agricultura montina en la época de la ebullición global.
Somos una comuna de tradición agrícola que se ve enfrentada a la ebullición global, el paso siguiente al proceso de calentamiento de nuestro planeta. Lo vemos como algo lejano, pero la realidad es que, ya que dedicamos una gran proporción de nuestro territorio a la agricultura, debieras preguntarte cómo nuestros campesinos seguirán viviendo de la tierra, cada vez menor a causa, entre otras cosas, de las parcelaciones regulares e irregulares, la falta de un plano regulador comunal, el diseño hídrico y cómo todo eso podría afectar a la cultura y economía local.
Pensemos que hoy las abruptas oscilaciones térmicas provocan nuevas enfermedades en los cultivos, humedad y frío en las mañanas, calor por las tardes, propagación de enfermedades entre los cultivos, hongos, bacterias, nuevas plagas de insectos introducidas por viajes al extranjero.Lluvias distantes que, a su vez y en pocas horas, son abundantes. Utilización de productos químicos altamente perjudiciales para evitar la propagación de enfermedades, que sin duda afectan y afectarán la salud de nuestros hijos y nietos. Así, también, olas solares de alta radiación que afectan a las plantas, causando cambios en los frutos de la tierra y la disminución de los rendimientos, afectando económicamente la producción local.
La disminución de zonas de cultivo debido a la parcelación regulada e irregular es una de las grandes problemáticas sobre las que no se ha puesto atención ¿queremos transformarnos en una comuna dormitorio y olvidarnos de nuestras tradiciones locales? Y probablemente para una familia sea mucho más conveniente vender sus tierras en lugar de seguir cultivando pues ¿qué incentivos o facilidades públicas tiene para hacerlo? Además, cuánto cuesta tener que mover la producción montina en camiones hasta Santiago para venderla, en tanto que los almacenes y verdulerías locales deben viajar hasta Santiago para comprar la producción montina, eso es, a lo menos, ilógico. Sobre el punto mercado municipal de El Monte volveremos en otra columna para dedicarle todo el tiempo que merece.
¿Qué ocurre en la zona urbana cuando hablamos de medio ambiente? Quizá muchos vecinos montinos no saben que su economía depende en gran medida del campo y tampoco saben que antes El Monte estaba cubierto de árboles, mejor cuidados y que brindaban la necesaria sombra al caminar por sus calles, quizá muchos se han olvidado de la necesidad de ellos por el abuso en el uso del vehículo, porque me van a perdonar, pero es un despropósito ir en auto de Plaza de Los Porotos a Plaza Independencia cuando ese trayecto se cubre en 15 minutos de relajada caminata.
Qué tal si renováramos, plantáramos y lleváramos un registro de sus edades y estados, más árboles en nuestro pueblo, mejor cuidados y que estos estén en sintonía con nuestro medio ambiente; olmos, quillayes, arrayanes y boldos. Y, ya que estamos soñando, el soterramiento del cableado de electricidad y comunicaciones, paso a paso, por secciones. La medida del aumento de árboles generaría un gran cambio en la disminución de las temperaturas ¿han caminado por Los Carrera desde Aníbal Pinto hasta Plaza de Los Porotos una tarde de verano?
Educación y exigencias para la ciudadanía ¿Existe alguna ordenanza local que nos obligue a mantener los frontis de nuestros hogares en buen estado y con bellos jardines? ¿Fiscalizamos que se cumpla? Algo fundamental para la sobrevivencia de las especies es la adaptación, para eso debemos modificar conductas con el apoyo de políticas públicas en un programa de gobierno responsable que dedique tiempo y esfuerzo a la educación de las comunidades locales y que castigue sus incumplimientos.
En cuanto al cuidado de los humedales debemos multiplicar los esfuerzos para su resguardo y mantención con recursos públicos y privados pues no es posible que agrupaciones ambientales deban trabajar sólo por voluntarismo. Junto con ello criminalizar la destrucción de estos sectores fundamentales para la supervivencia de las especies que ahí habitan terminando con la extracción ilegal de áridos y asentamientos humanos desregulados.
Abordaremos con más profundidad estas temáticas medioambientales,incluyendo la tenencia responsable de mascotas,en próximas columnas y esperamos que éstas colaboren en generar consciencia respecto la importancia de planificar cómo hacer de El Monte un mejor lugar para vivir.
Agregar comentario