Rodrigo Delgado tiene una extensa carrera política, su último gran cargo fue ser Ministro del Interior del Gobierno de Sebastián Piñera, hoy tiene un nuevo desafío, ser parte de uno de los hombres y mujeres que encabezarán este nuevo proceso constituyente.
El candidato al Consejo Constitucional fue entrevistado en exclusiva por “Noticias del Sol”, dónde nos habló de sus motivaciones, el tan mencionado Estado Social de Derecho y los Cambios en el Sistema Político, entre otros.
¿Cuál es su principal motivación para ser parte de este Consejo Constitucional?
R: Acepté porque Chile vive un momento relevante. Y aunque las encuestan muestran que este proceso no es crucial para una todos y todas, debido al desgaste causado por cómo se desarrolló y terminó el proceso anterior, porque que el proceso no es parte de su día a día, sí existe una gran mayoría de las chilenas y los chilenos que se sienten convocados por la necesidad de tener un nuevo proceso constituyente, para solucionar situaciones que hoy suceden en el país, pero para proyectar esas medidas para las próximas décadas.
Seré parte de este proceso porque yo puedo aportar sobre la base de mi experiencia en el sector público, como alcalde, como ministro, en respuesta a las necesidades de un territorio muy extenso. Eso mismo me ha convencido de que uno, como servidor público, como ciudadano, no puede resolver los problemas actuales sin diseñar ni planificar las estrategias de futuro, para los próximos 30 o 50 años. Y que ese diseño no puede ser ligado a la contingencia actual.
Es verdad que esta posibilidad inhabilita a los consejeros para próximas elecciones y cargos, pero uno no puede tener esa mirada personalista, egoísta, cuando lo que le importa es el bienestar del país.
¿Está de Acuerdo con que Chile sea un Estado Social de Derecho? ¿Por qué?
R: Más que eso, que puede ser una conceptualización más ideológica que práctica, creo que para poder proyectar el Chile del futuro, hay que tomar hoy buenas decisiones, que impliquen que el Estado esté al servicio de las personas y no al revés. Ese debe ser el objetivo.
La idea de un Estado subsidiario con un Estado social de derechos no son incompatibles, se pueden complementar. El Estado subsidiario bien administrado, bien trabajado y logrado puede perfectamente dar una gama de posibilidades a los ciudadanos. Que hay que corregir, que hay que tener la capacidad de legislar para que los privados que entreguen ciertas prestaciones lo hagan de una manera adecuada, sincera, que no haya ningún tipo de abuso ni fraude, de todas maneras, hay que hacerlo. Hay que poner a la persona en el centro.
¿Cuál cree que deben ser los principales Derechos y principales Obligaciones de esta Constitución?
R: En Chile, como ocurre en el mundo, sin duda han cambiado las oportunidades y las amenazas. Estas son mayores y diversas. Y yo postulo que el rol de una nueva Constitución debe ser dotar a la institucionalidad de aquellas herramientas que permitan al Estado, independiente de los gobiernos, defender a las personas de todo tipo de amenazas: desastres naturales, delincuencia, crimen organizado, salud, educación, pensiones.
Estoy convencido de que si el Estado quiere tener un rol en los derechos sociales, tiene que hacerlo bien. Eso significa que, por ejemplo, los padres no tienen por qué terminar acampando afuera de un colegio para obtener una matrícula del establecimiento que quieren para sus hijos. Lo mismo en salud, en seguridad y en otras materias tan importantes para los ciudadanos.
La mirada que debemos tener, entonces, es más dinámica. El Estado que debemos lograr debe ser más flexible y que se ponga a la altura de estas amenazas.
¿Cree que esta nueva Constitución tiene que contemplar un cambio en el Sistema Político?
R: Creo que hay una discusión previa a este concepto. Lo que la gente necesita hoy es que la Constitución sea una práctica, que interprete el sistema político, por ejemplo, pero no necesitamos refundar ni cambiar nuestra democracia, sino que perfeccionarla. Requerimos un Estado de Derecho fuerte, que no es lo mismo que uno grande. Las bases dejan un campo de discusión que será muy enriquecedor en distintos ámbitos, como salud, pensiones, pero siempre teniendo en cuenta algo fundamental para mí: la sociedad de las libertades, que la gente pueda elegir quién provee los derechos a los cuales se enfrentan.
¿Cree que esta nueva Constitución tiene que contemplar un cambio en el sistema de la AFPS?
R: Nadie puede negar que existe una gran necesidad de las personas de aumentar sus pensiones. Y que esta debe ser una para el Estado. Y precisamente sobre este tema, debemos ser capaces de construir un diálogo constructivo, abierto, honesto y con mucha seriedad, que garantice la seguridad de las chilenas y los chilenos y también la estabilidad económica del país, especialmente en materia de inversiones.
¿Rescataría usted algún artículo de la actual Constitución? Si la respuesta es positiva, ¿Cuál?
R: Del texto anterior, las 12 bases constitucionales recogen algunos temas relevantes, como Estado de Derecho, rol de los privados, por ejemplo. Pero creo que la percepción ciudadana manda a quienes asuman esta tarea es a mirar más un texto de futuro que en uno de pasado.
¿Qué errores realizados por la Asamblea Constituyentes, cree que este consejo no puede repetir?
R: En el proceso anterior, fueron sobrerrepresentadas las mayorías vociferantes con una agenda muy ideológica y se dejó de escuchar a las mayorías o personas más sensatas que proponían cambios importantes para el futuro del país. Eso no puede volver a ocurrir.
Para finalizar, un mensaje a todos los electores de la Provincia de Talagante y que nos diga por qué deberíamos votar por usted.
R: Mi llamado no es personal, ni local. Es a que todos tengamos un gesto de generosidad y expresemos nuestro compromiso con el futuro de nuestro país siendo parte de este proceso. Desde conocer las propuestas hasta concurrir a expresar su voluntad en las urnas. Y para Provincia de Talagante, como ocurre en todos aquellos territorios en los cuales sus habitantes demandan mejor calidad de vida en todos los sentidos, les digo que, en este proceso, todos los chilenos y las chilenas tenemos una gran oportunidad para que nazca una Constitución en democracia, con los expertos, bases constitucionales, expertos, grupos de trabajo, que pueden generar una alternativa que nos haga bien como país hoy, en el mediano plazo y, muy especialmente, para las generaciones futuras.
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